Reseña de "Los gallinazos sin Plumas"
El eje del deseo en “Los gallinazos sin plumas”
El cuento “Los gallinazos sin plumas” es un cuento escrito por Julio Ramón Ribeyro y fue publicado en su primer libro de cuentos del mismo nombre, en 1955. También figura en la recopilación de cuentos titulada La palabra del mudo que fueron escritos entre 1955 y 1977 y tiene hasta tres tomos. Los cuentos de Julio Ramón Ribeyro trabajan temas como la pobreza, la explotación, la marginalidad, etc. Retratando la realidad social de Lima de los cincuenta.
La historia nos cuenta que Don Santos, es un anciano cojo, y sus dos nietos Efraín y Enrique viven en el mismo corralón, junto a un cerdo (Pascual), al cual Efraín y Enrique tienen que alimentar a como dé lugar. Todo el cariño de Don Santos está dirigido al cerdo, en quien ve su futura fortuna, es por ello que obliga a los niños a trabajar aún estando enfermos. Ante los constantes aullidos del cerdo don Santos, un día, lanza al perro (Pedro) al chiquero. Al regresar Enrique del muladar con los cubos llenos de comida se da cuenta que el perro está siendo devorado por el cerdo, indignado se acerca al abuelo y le golpea el rostro con una vara, el viejo retrocede y cae de espaldas en el chiquero. Poco después Enrique coge a su hermano Efraín y abandonan el lugar. "Desde el chiquero llegaba el rumor de una batalla".
Para empezar con el análisis vamos a utilizar la teoría semiótica en el cuento, específicamente el eje del deseo. Analizando el rol actancial presente en el eje: sujeto y objeto.
El modelo actancial es una estructura simplificada de los roles que los personajes en un relato o texto cualquiera asumen para el desarrollo de la historia. El modelo desarrollado por Greimas se divide en tres ejes(eje del deseo, eje de comunicación y eje del poder) y seis actantes(sujeto, objeto, destinatario, destinador, manipulado y manipulador) .
Eje del deseo
El eje del deseo es el principal porque resulta imposible pensar una historia sin un personaje que busca “algo”. Y este “algo” es el (objeto). En el cuento es Don Santos quien busca o desea poder “vender a Pascual”. Para lograrlo obliga a sus nietos a conseguir “comida” para engordarlo y poder venderlo. Entonces su deseo es poder “Vender a Pascual” para lograrlo debe engordarlo con “comida”.
El actante objeto presenta una oposición para organizar un cuadrado de oposiciones lógicas. Y ayudarnos a entender que un sujeto que se proyecta hacia un objeto que desea, también rechaza un Objeto negativo. Lo que quiere decir que la búsqueda de un objeto supone el rechazo de otro. En este caso, para Don Santos “vender a Pascual” es su objeto de deseo, pero “no vender a Pascual” sería su objeto indeseado. Y para los hermanos Efraín y Enrique, su objeto es “traer comida” y su objeto indeseado “no traer comida”.
Revisando el cuento las motivaciones para conseguir la comida no son propias de los niños, ya que, no nace de ellos hacerlo todos los días. Ellos son obligados a ir todas las mañanas por el abuelo, si no llegan a conseguir suficiente son castigados dejándolos sin comer. El abuelo es el manipulador, pues él tiene poder sobre los niños, les da un lugar donde dormir y los alimenta; y los niños, los manipulados, son huérfanos a merced de su abuelo.
En el análisis realizado podemos notar en el eje del deseo. Que el sujeto que desea es el abuelo, más que los hermanos. Su interés es vender a Pascual para obtener un beneficio económico. Incluso el abuelo sufre cuando el cerdo aúlla por alimento. Para el viejo Pascual es más importante que sus nietos. Explotándolos sin impórtales que se enfermen o cualquier peligro que puedan correr. Se debe aclarar que los niños no son los únicos que rebuscan la basura, en el cuento queda sentado que dedicarse a recoger desperdicios, es ya un tipo de actividad organizada. Incluso que las calles estaban repartidas implícitamente. Y sus horas de trabajo eran al amanecer, para no perturbar a los ciudadanos. Pues, si se demoraban en esta labor podían ser perseguidos por la policía baja. Llegando a perder lo juntado. No existe acaso una oposición ciudadano / marginal. Porque queda sobreentendido que los que realizan esta labor no son de la zona y son más que pobres.
También se debe señalar que el abuelo estaba cerca de conseguir su objetivo “vender a Pascual”, pero esta actividad se hace complicada, pues el cerdo cada vez quiere más comida. Por tal motivo, Don Santos los manda al muladar. En el muladar los niños tienen que pelear con los gallinazos por estos desperdicios. El texto señala que de tanto ir se vuelven parte de ellos, como si ellos también fueran gallinazos. Al enfermarse y herirse los niños, Pascual desespera, tanto así que es capaz de comerse al perro de los niños Pedro. Y no sabemos si también al abuelo. El hambre de este animal es voraz.
El objeto de deseo de Dos Santos no es conseguido en la narración. Y se podría mencionar que los niños no tenían un objeto de deseo propio, pues este era impuesto por el abuelo. Ellos terminan huyendo sin un destino fijo. Tampoco se nos menciona en la historia que tuvieran alguna aspiración. Solo que se van a aventurar a ingresar a la gigantesca mandíbula de la ciudad. Como si ellos también estuvieran a punto de ser devorados por Pascual.
Los cuentos de Ribeyro nos muestran un poco de la realidad de muchos peruanos y peruanas en la década de los cincuenta. Una realidad que se equipara con los cuentos donde los personajes no llegan a conseguir el objeto deseado y terminan siendo atrapados por una Lima arrolladora. Así que los invito a leer todas las producciones de Ribeyro.
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